El arte abstracto es un movimiento artístico que surgió alrededor de 1910 y cuyo propósito es prescindir de todos los elementos figurativos, para así concentrar la fuerza expresiva en formas y colores sin ninguna relación con la realidad visual.
Artistas
Teo Maltas: Es una consagrada artista cubana, nacida en Santa Clara, Villaclara, Cuba en 1945. Estudió Literatura y Lengua Hispanoamericana en la Universidad de la Habana y Pintura y Escultura en la afamada academia de San Alejandro. Teo es reconocida por su estilo abstracto con reminiscencias figurativas y matices expresionistas. Su obra a recorrido Iberoamérica con exposiciones en Colombia, México, España, Italia y USA. Premio 2004 de la U-Habana.
La furia que no cesa
El lado oscuro de las aguas
Pero siempre llegará la paz
Vasíli Kandinsky: Pintor ruso cuya investigación sobre las posibilidades de la abstracción le sitúan entre los innovadores más importantes del arte moderno. Desempeñó un papel fundamental, como artista y como teórico, en el desarrollo del arte abstracto. Nacido en Moscú el 4 de diciembre de 1866, estudió pintura y dibujo en Odessa, y derecho y economía en la Universidad de Moscú. Con 30 años se trasladó a Munich para iniciarse como pintor. Aunque sus primeras obras se enmarcan dentro de una línea naturalista, a partir de 1909, después de un viaje a París en el que quedó profundamente impresionado por las obras de los fauvistas y de los postimpresionistas, su pintura se hizo más colorista y adquirió una organización más libre.
Composicion X (1939)
Iglesia en Murnau (1910)
Composicion IX (1936)
Jackson Pollock: Pintor estadounidense. Durante su infancia y su adolescencia vivió en Arizona y California, y en 1929 se trasladó a Nueva York para estudiar pintura con Benton en el Art Students League. Durante su período de formación conoció la pintura de los muralistas mexicanos, que le impresionó hondamente. Comenzó su carrera con obras figurativas, en las que presta ya particular atención a los valores matéricos y el cromatismo. Hacia 1938 empezó a interesarse por la pintura abstracta e irracional, y para las obras de este período buscó inspiración en el mundo de los indios americanos. El año 1947 fue decisivo en su trayectoria, ya que fue cuando adoptó la peculiar técnica del dripping: en lugar de utilizar caballete y pinceles, colocaba en el suelo el lienzo y sobre él vertía o dejaba gotear la pintura, que manipulaba después con palos u otras herramientas, e incluso a veces le daba una gran consistencia mediante la adición de arena e incluso fragmentos de vidrio.
Numero 5 (1948)
Ritmo de otoño: Número 30 (1950)
Numero 16 (1949)